Las ciudades de piedra,
son formaciones rocosas ubicadas en la ciudad de San José del Guaviare, resultado de la
erosión eólica. Las piedras poseen múltiples formas y según la subjetividad
del espectador, se pueden apreciar enormes ballenas, aves, hongos, cuevas,
perfiles de humanos y hasta imágenes que generan miedo, creando mitos
extraterrestres. Las ciudades de piedra, están compuestas por 5 sitios:
ciudad perdida, ciudad perdida, murallas, puertas de Orión y puentes naturales.
LA
ENIGMÁTICA CIUDAD DE PIEDRA
En las afueras de San José del Guaviare existen
unas bellezas naturales desconocidas por la mayoría de los colombianos y que
parecen transportarnos a la Edad de Piedra. Son lugares silenciosos, llenos de
misterio y sobre los cuales no existe algún documento arqueológico
El primer atractivo que un turista puede encontrar
en el departamento del Guaviare es la llamada Ciudad de Piedra , ubicada en
cercanías de la trocha Nuevo Tolima, donde se erige un conjunto de piedras
calizas acomodadas de forma caprichosa en medio de una llanura de estepa, que
parece dar cuenta de una civilización perdida en medio de la selva. Sin
embargo, no hay certeza de que en el lugar haya existido una comunidad, la
agrupación de grandes rocas parecen tener un origen casual.
Estas gigantescas formas dan vía libre a la
imaginación. Según la visión que cada cual tenga, se pueden apreciar enormes
ballenas, aves, hongos, cuevas, perfiles de humanos y hasta imágenes que dan
miedo. La creativas estructuras son de piedra caliza. tal vez por ello la
leyenda local da cuenta de que allí desembarcó Noé con su histórica arca.
Muchos dicen que lo que sí es cierto es que la zona donde se erigen imponentes
las piedras fue hace milenios una entrada marina.
Con un poco de observación el visitante se da
cuenta que los murciélagos no han sido los únicos habitantes del misterioso
lugar. Extraños jeroglíficos de corte rupestre adornan una que otra piedra. Se
presume que han sido dejadas por comunidades nómadas, sin que se haya realizado
algún estudio sobre la época en que fueron escritas.
Entre tanto, en la vía que de Miraflores conduce a
la inspección de Puerto Arturo, en la vereda Picapiedra, emergen en medio de la
selva tropical los llamados Puentes naturales .
Son estructura monolíticas de gran tamaño,
conectadas entre sí, semejando puentes en medio de la espesa selva. Esta
impresionante manifestación de la naturaleza a simple vista parece haber sido
dispuesta de manera ordenada por alguna civilización. Caminar, o mejor, saltar
sobre las piedras requiere tener nervios de acero, pues son hondos los abismos
que hay que superar para hacer el recorrido hasta los nacimientos de agua.
Contemplar estos paisajes es recrearse con una
visión maravillosa. Es estar frente a un pequeño mundo enigmático que está aún
por descubrir. Los estudios arqueológicos tienen la tarea de aproximarnos a la
verdad. A ambos lugares se puede llegar por vía aérea desde Bogotá o
Villavicencio hasta San José , o por vía terrestre desde el municipio de
Granada (Meta). También se puede utilizar la vía fluvial. Una vez en San José,
el trayecto hasta la Ciudad de Piedra o los Puentes Naturales se puede hacer
por vía terrestre.
El legendario Chibiriteque Pero el departamento del
Guaviare tiene también el privilegio de compartir la majestuosa belleza natural
del Parque Nacional Chibiriteque, una extensión de 1.280.000 hectáreas, que lo
convierte convirtiéndose en la unidad de conservación más grande del Sistema de
Parques Nacionales de Colombia.
Chibiriteque está ubicado en jurisdicción de los
municipios de San Vicente del Caguán y Puerto Solano, en el departamento del
Caquetá; y San José del Guaviare.
El territorio está conformado por paisaje de tipo
montañoso donde predominan serranías, cerros y hay una que otra planicie. El
parque cuenta con un conjunto de serranías, mesas, picachos y cerros tabulares,
conformadas por rocas que tienen más de 2 mil millones de años .
Seis cerros del parque sobrepasan los mil metros
sobre el nivel del mar. La temperatura promedio en el lugar se calcula entre
los 23 y 25 grados centígrados; y se caracteriza por ser el parque más
importante del país en cuanto a la diversidad de elementos faunísticos y
florísticos. La unidad geográfica del parque fue antiguamente territorio
tradicional de una etnia indígena conocida como Karijona, que se extinguió con
el paso del tiempo. En la actualidad, la reserva está deshabitada.
La parte correspondiente al Guaviare va desde el
sitio conocido como Dosríos hasta el raudal de Chibiriteque y desde el río
Ajajú hasta el caño Macuje. El resto del amplio terreno corresponde al
departamento del Caquetá, Reserva Nukak Otra gran extensión de tierra, que se
eleva como uno de los atractivos naturales del Guaviare es la reserva nacional
de los Nukak, que con una amplitud de 855.000 hectáreas se erige como un
territorio virgen, destinado a la supervivencia, cada vez más difícil, de los
cerca de 500 indígenas de esta comunidad que apareció, por primera vez, en el
año de 1988.
La reserva está constituida por una vasta formación
rocosa conocida con el nombre de serranía del Tunahí, y ubicada en jurisdicción
del municipio de San José de Guaviare. Su territorio abarca la mesa de La
Lindosa, el cerro Tomachipán y los cerros aislados del caño Guacarú. La sierra
fue poblada por comunidades nómadas conocidas como Nukak, pertenecientes a la
familia lingística Piaroa, de la cual depende la comunidad Nukak.
Además, de esta reserva, el departamento del
Guaviare comparte con el Meta el parque nacional natural Serranía de la
Macarena.
Pese a contar con tan extensas bellezas naturales,
las agencias de viajes nacionales no poseen paquetes turísticos al lugar;
mientras que el departamento no cuenta con infraestructura para desarrollar una
posible actividad, que de hacerse de manera desordenada podría atentar contra
la estabilidad del paisaje. No obstante, el Guaviare posee tan maravillosos
lugares naturales que sería injusto y egoísta que permanecieran en el anonimato
, afirma el ecologista Andrés Hurtado.
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